CDMX es la forma abreviada de Ciudad de México, que se ve por toda la ciudad. Qué barbaridad de abreviar un nombre tan linda tal vez por su aspecto visual como por el acústico. Mientras la abreviación recuerda a un año del calendario romano, el nombre completo transporta toda la historia nativa, hispánica, revolucionaria y la mezcla tan simpática que se encuentra hoy en día.
Recien llegados en nada más que un par de segundos nos cautivó la ciudad con su vida alegre y movida. La cantidad de colores, aromas, sabores y melodías es infínita. Para orientar nos recorrimos en el turibus todos los circuitos posibles para luego visitar en tres días lo más fascinante.
¡Qué ciudad! Impresionante y llena de atracciones. El Zócalo con el templo mayor en su espalda fue nuestro sitio de descanso. Aunque muy turística la zona tiene una multitud de monumentos, edificios históricos de arquitecturas de todos los siglos. Conquistadores, Aztecas, religiones, revolucionarios, artistas y políticos dejaron aquí su huella.
El sitio impresiona (y educa) a los pocos interesados en la historia del país. Ya verais.
El Museo nacional de antropología
Aunque no soy un maniaco de museos, este Museo halucina a todos. Tantos objetos de valor y tan bien presentado que se puede imaginar los tiempos de los cuales cuentan su historia.
ernesto´s place 